El «triángulo del drama» es un modelo conceptual que se utiliza en psicología organizacional para entender las dinámicas conflictivas que pueden surgir en las empresas. Este modelo sugiere que las situaciones de conflicto o tensión en el trabajo a menudo implican a tres actores principales: la víctima, el salvador y el perseguidor.
La víctima es alguien que se siente impotente o indefenso ante una situación. El salvador es alguien que trata de ayudar a la víctima, pero lo hace de manera excesiva o inapropiada. El perseguidor es alguien que percibe a la víctima como una amenaza o un obstáculo y trata de controlarla o dominarla.
En un triángulo de drama típico, la víctima busca ayuda del salvador, quien trata de resolver el problema pero no tiene éxito, lo que lo convierte en una nueva víctima. El perseguidor se siente justificado para actuar de manera agresiva hacia la nueva víctima (el salvador), perpetuando así el ciclo de conflicto.
Este modelo puede ser útil para entender las dinámicas conflictivas en el lugar de trabajo y para identificar los roles que pueden estar desempeñando los miembros de un equipo en una situación de tensión. Al reconocer el triángulo de drama y los roles que se están desempeñando, las personas pueden trabajar juntas para encontrar soluciones más efectivas y constructivas para resolver el conflicto.