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Introducción

Y todavía estoy vivo. Después de tantos años de dedicación y esfuerzo, aquí sigo, con las ganas de seguir adelante y continuar aprendiendo. Aunque hace un tiempo, mi lenguaje se borró por completo, nada me detuvo. Yo, que siempre fui un experto en la comunicación, ahora enfrentaba un nuevo reto: aprender a comunicarme de una manera distinta, pero no me rendí.

Nací en Guasave, Sinaloa, donde estudié en la primera primaria en la Pinchihuila. Mi padre me llevaba de una escuela a otra, y así, estudié en diez escuelas distintas. Desde pequeño, siempre fui despierto e inteligente, y me encantaba la comunicación, la declamación y la oratoria.

Recuerdo con claridad cómo a los nueve años, en el rancho de Palos Blancos, declamé el poema «El brindis del bohemio», y desde entonces, hablé en muchas ocasiones en distintas fiestas y eventos.

Cuando estaba en sexto de primaria, participé en las Olimpiadas de declamación y obtuve el primer lugar. Y así, fui ganando más y más competencias, como en el concurso «México Creo en Mí», en el que a los 12 años fui campeón de declamación en El Quinto.

Estudié en la escuela normal rural de El Quinto durante siete años, y fui un estudiante sobresaliente. Me gustaba participar en todos los deportes, especialmente en el fútbol, y siempre fui líder en las prácticas de pedagogía con mis compañeros y mi grupo.

En el último año de la normal, fui el líder de un grupo que creó una obra de teatro que presentamos tanto en El Quinto como en otras ciudades de Sonora, y además, fui el protagonista. Al final del cuarto año, gané el campeonato de declamación y participé en los Juegos Nacionales de las Normales en 1973.

Ese mismo año, a los 18 años, me titulé como Maestro en El Quinto, Sonora, y comencé a estudiar para ser maestro de física y química en la normal superior de Oaxaca. En septiembre de 1973, comencé a trabajar como maestro de primaria, y en enero de 1974, como maestro de física en la Preparatoria de la UAS en Guasave.

En octubre de 1975, empecé a trabajar como maestro de ciencias naturales en la ETA 57 de Guasave, y en los Juegos y Culturales de los Magisterios, fui campeón de declamación y oratoria, llegando a participar en los nacionales en la ciudad de Puebla.

En 1983, comencé a trabajar como subdirector de la EST No 4 de Guasave, Sinaloa, y en 1986, como director de la misma institución. En octubre de 1989, fui parte del departamento de Servicios Regionales de la SEP en el norte de Sinaloa, y en enero de 1993, inicié como Director de Servicios Regionales de la SEPyC en el estado de Sinaloa.

El año de 1986 empecé como director de la misma EST No 4, en Guasave Sinaloa.

En el octubre de 1989 empecé como departamento de la Servicios Regionales de la SEP en el norte de Sinaloa.

En enero de 1993 empecé como Director de Servicios Regionales de la SEPyC en el estado de Sinaloa.

Pero incluso después de todos estos logros, de todas las etapas que he pasado en mi vida, aún estoy vivo. Sigo aquí, respirando y sintiendo la emoción de estar vivo, de estar presente en este momento y en este lugar.

Sigo recordando con cariño cada una de mis victorias, cada una de mis presentaciones, cada uno de mis discursos que me llevaron a donde estoy ahora. Pero también recuerdo con nostalgia aquellos momentos difíciles, aquellos en los que pensé que todo estaba perdido y que nunca podría superarlos.

Pero aquí estoy, de pie y fuerte, listo para enfrentar cualquier desafío que se presente en mi camino. Mi pasión por la comunicación sigue ardiendo en mi corazón, y aunque pueda haber perdido la capacidad de hablar con tanta fluidez como solía hacerlo, todavía tengo mucho que compartir con el mundo.

¡Y qué emocionante es seguir viviendo y aprendiendo cada día! Aunque la vida me ha presentado muchos retos y obstáculos, nunca he dejado que me detengan. Me han obligado a adaptarme y a encontrar nuevas formas de expresarme, pero nunca he perdido mi entusiasmo por la comunicación.

Recuerdo mi infancia en Guasave, donde siempre fui un niño brillante y despierto, y donde descubrí mi amor por la declamación y la oratoria. Desde ese entonces, he competido y ganado en muchas competencias, como las Olimpiadas de declamación y el concurso «México Creo en Mí», entre otros.

Incluso después de graduarme como Maestro en El Quinto y trabajar como maestro en varias instituciones, siempre seguí buscando formas de seguir creciendo. Me convertí en subdirector y director de la misma institución, y luego trabajé en el departamento de Servicios Regionales de la SEP y la SEPyC.

Pero lo más importante es que nunca perdí mi pasión por la comunicación y siempre encontré una manera de expresarme, incluso cuando mi lenguaje se borró por completo. Fue un desafío nuevo y emocionante, pero nunca me rendí. Y aquí estoy, todavía vivo y con muchas cosas que compartir con el mundo.

Cada día es una nueva oportunidad para aprender algo nuevo y seguir creciendo, y estoy emocionado de seguir adelante en este viaje de la vida. Nunca sé qué obstáculos enfrentaré en el futuro, pero sé que siempre encontraré una manera de superarlos. ¡Estoy vivo y listo para seguir adelante!

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