Debió sonarle raro al participante que sonrío ampliamente y además sacaba aire por sus poros nasales expresando incredulidad. En ese momento yo explicaba, durante una sesión de capacitación en línea, que nuestra biología se encuentra configurada por genes y memes, fue entonces cuando escuché el chasquido de muelas que brotó de un micrófono encendido.
A poco pensaban que la palabra meme era cosa de millenials?
Nuestra biología responde en función de los genes y memes que la conforman. Así es! Tal como lo escuchan. Conviene que tengan en sus referencias el siguiente dato, y si mi palabra no les basta, entonces googleen mientras me escuchan lo siguiente: «meme definición» o «memética». En 1976 surge la memética como disciplina científica en la que se habla de memes: unidades (de información) culturales análogas a los genes predispuestos a autoperpetuarse y para las que solo somos vehículo: ideas que pasan de persona a persona, multiplicándose y creciendo; imágenes fecundas que cristalizan y se trasmiten, actuando como holones de nuestra experiencia. Las respuestas organísmicas son reguladas por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático en coordinación. Activan e inhiben la producción de hormonas que mueven al cuerpo y su lenguaje es el sentimiento. Los memes operan sobre el terreno neuronal en dónde la moneda de cambio son los neurotrasmisores y no las hormonas como en el resto del cuerpo. Los neurotrasmisores van y vienen por el cableado trazado en forma de redes neuronales. La repetición hace esto por economía de energía. Aprender es instalar una red neuronal para la ocasión y nuestros problemas empiezan cuando redes neuronales viejas no sirven para las situaciones nuevas y nos cuesta trabajo romper su fuerza de cohesión como con los genes. La pregunta sería:
Hay experiencias, derivadas de nuestros genes, que engendran memes… será posible activar genes a partir de memes?
Las implicaciones son enormes. En este momento se están explorando formas de impactar en nuestra biología a través de información cultural. La epigenética asegura que esto es posible y son muchos los investadores trabajando en ello. Esto significa que podemos cambiar por completo quiénes somos, lo que hacemos, logramos, tenemos y nuestra formar de estar en el mundo. Después de todo, ni tan rehenes de nuestros genes.
Quedo con Dios y contigo: