Estos cinco canales de interacción resistente están vinculados a la teoría de la terapia gestalt, que se centra en el «aquí y ahora» de la experiencia humana. Estos canales se describen como mecanismos por los cuales las personas resisten el contacto pleno con sus experiencias internas o externas. Se pueden considerar como barreras a la conciencia y a la autenticidad:
- Introyección: Esto se refiere a la tendencia a aceptar pasivamente las opiniones, actitudes o creencias de otras personas o de la sociedad en general sin cuestionarlas o asimilarlas. Por ejemplo, una persona puede introyectar las expectativas de sus padres sobre su carrera sin considerar realmente si esas expectativas se alinean con sus propios deseos o intereses.
- Proyección: Este mecanismo implica atribuir los propios pensamientos, sentimientos o impulsos inaceptables a otra persona. Por ejemplo, una persona que se siente culpable por tener sentimientos de ira hacia alguien puede proyectar esos sentimientos, creyendo que la otra persona está enojada con ellos.
- Retroflexión: Se refiere a dirigir hacia uno mismo un impulso que originalmente estaba destinado a alguien más. Esto puede tomar muchas formas, desde autocastigo físico hasta autocrítica severa. Por ejemplo, una persona puede autocriticarse duramente por un error en lugar de expresar su frustración hacia la situación que condujo al error.
- Deflexión: Este mecanismo implica desviar el contacto o la conciencia para evitar la confrontación directa con una situación o emoción. La deflexión puede tomar la forma de bromas, cambios de tema o comportamientos evasivos. Por ejemplo, alguien puede hacer una broma para evitar tener una conversación seria sobre sus sentimientos.
- Confluencia: Se refiere a la falta de límites entre uno mismo y los demás, a menudo con la creencia errónea de que los demás comparten los mismos sentimientos, pensamientos o necesidades. Por ejemplo, una persona puede suponer que su pareja quiere lo mismo en una situación determinada, sin verificar realmente esta suposición.
En la terapia gestalt, se cree que identificar y entender estos mecanismos puede ayudar a las personas a ser más conscientes de cómo resisten el contacto con sus propias experiencias y a desarrollar formas más auténticas y saludables de interactuar con el mundo.