Cuando decidí estudiar psicología, jamás imaginé que mi camino me llevaría hacia el mundo empresarial. Sin embargo, después de graduarme, descubrí mi verdadera pasión en el desarrollo de personas en entornos empresariales. Fue a través de mi habilidad para conectarme con los dueños y directores que se me presentó la oportunidad de participar en el desarrollo de Diplomados Empresariales en diferentes habilidades blandas en el Tec de Monterrey. A medida que continué mi carrera en este campo, descubrí que mi amor por trabajar con empresarios solo se hacía más fuerte con el tiempo.
Para mí, ser psicólogo de empresas es una oportunidad única para trabajar con el alma de las empresas: su cultura empresarial. Estoy convencido de que la cultura empresarial es la base de cualquier organización exitosa y mi trabajo consiste en asegurarme de que sea sólida y coherente para que todos los miembros de la organización trabajen juntos hacia un objetivo común.
A lo largo de los años, he tenido la suerte de trabajar con empresas de todos los tamaños e industrias, lo que me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas increíbles que han enriquecido mi vida de muchas formas. Pero lo que más me llena de satisfacción en mi trabajo es ver cómo los miembros de una empresa crecen personal y profesionalmente gracias a mi trabajo y dedicación.
Mi motivación para trabajar con la mente de las empresas es simple: creo que el bienestar de las personas en el entorno laboral es esencial para el éxito de cualquier empresa. Mi trabajo consiste en ayudar a los miembros de una organización a desarrollar sus habilidades y conocimientos, pero también a mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida en general.
Creo firmemente que el trabajo no debe ser solo una obligación o una necesidad financiera, sino que debe ser una fuente de pasión y realización personal. Y es precisamente eso lo que he encontrado en mi trabajo como psicólogo de empresas. Cada día, me siento afortunado de poder dedicarme a algo que me apasiona tanto y de tener un impacto positivo en la vida de las personas y las empresas con las que trabajo.
En conclusión, mi amor y dedicación al desarrollo de personas en el entorno empresarial son el resultado de mi pasión por el bienestar emocional y profesional de las personas en su entorno laboral. Como psicólogo de empresas, mi objetivo es ayudar a las empresas a crear una cultura empresarial sólida y coherente, que permita a todos sus miembros crecer y alcanzar sus objetivos de manera satisfactoria y exitosa. Estoy profundamente agradecido por tener la oportunidad de trabajar en un campo que me apasiona tanto y por poder tener un impacto positivo en la vida de las personas y las empresas con las que trabajo.
Quedo con Dios y contigo: